Podcast 34

Title: “Esquizofrenia epidemiología, factores de riesgo y tratamientos”

By Sebastian Martínez


Sebastian Martínez Carrión

University of Puerto Rico, Rio Piedras Campus
Faculty: Natural Science
Baccalaureate: Molecular Cell Biology
Year: 4th


Transcript (in spanish)

Saludos, Mi nombre es Sebastián Martínez Carrión y hoy estaré hablando sobre la esquizofrenia con un énfasis en (la epidemiología, los factores de riesgo y algunos tratamientos).  

La esquizofrenia es un desorden mental que afecta la capacidad de una persona en pensar, sentir, y comportarse de manera adecuada.  Este desorden mental es uno que afecta a muchas personas mundialmente, pero es criticado por aquellas personas que no la conocen a su capacidad total. La esquizofrenia tiene un efecto increíble en las personas que la poseen y causa muchos cambios neurobiológicos.  También, hay que considerar que no todo caso es igual y hay muchos tipos de esquizofrenia.  El origen o causa de este desorden mental no se sabe con exactitud, pero dice estar ligado a efectos ambientales y genéticos.  Para poder ser diagnosticado con este desorden, el DSM-5 especifica que la persona debe mostrar al menos 2 de los siguientes síntomas la mayor cantidad del tiempo por un mes como son alucinaciones, delirios, habla y comportamiento desorganizado, comportamiento catatónico, y/o comportamiento bizarro o hiperactivo.  Algunos pasos que toman los psiquiatras que trabajan con estos pacientes es hacerle examinaciones de sangre y orina para asegurarse que los síntomas no sean a causa de un abuso de alcohol o drogas.  También, se le lleva a cabo MRI’s y CT scans para poder eliminar otras posibilidades como son los tumores cerebrales. 

Por otro lado, se conoce que hay 5 tipos de esquizofrenia diferentes que son: paranoide, desorganizado, catatónica, no diferenciado y residual.  La esquizofrenia paranoide se caracteriza por escuchar voces que persigue a dichos pacientes.  Estos pacientes con esquizofrenia paranoide también pueden tener alucinaciones visuales, pero mayormente escuchan voces. La esquizofrenia desorganizada es aquella que demuestra una conducta errática, no tiene lógica y lo que hablan los pacientes no tiene sentido.  La esquizofrenia catatónica se caracteriza por tener movimiento muy limitado, su movimiento puede ser como el de un robot, son muy tercos y tienen pensamientos negativos. Además, la esquizofrenia residual se caracteriza por mantener los síntomas negativos que están asociados al aislamiento social y el ánimo en 0.  Los síntomas positivos de la esquizofrenia residual disminuyen de tal manera que solo se ven los negativos. Por último, la esquizofrenia no diferenciada es aquella que posee una mezcla entre el desorganizado y el catatónico.  

Algo muy importante que hay tomar que en consideración es que, sin un tratamiento, los pacientes con esquizofrenia podrían sufrir de: ansiedad y miedo incontrolable, incapacidad de mantener u obtener un trabajo, uso de sustancia o adicción, comportamiento peligroso con la capacidad de hacerse daño a sí mismo, pensamientos suicidas, aislamiento social, problemas en relaciones con otros, y paranoia que los consume a diario.   

Además, los pacientes esquizofrénicos también tienen cambios neurobiológicos que son característicos para esta condición.  Estos pacientes padecen de una reducción de volumen de materia gris del temporal medial, temporal superior, y áreas prefrontales. Mas especifico, podemos encontrar alteraciones en estos pacientes, como el agrandamiento de los ventrículos laterales y ventrículo tercero, y la reducción de volumen en un numero de estructuras, incluyendo el hipocampo, amígdala, y la corteza frontal y temporal. 

Bajo el aspecto epidemiológico, encontramos que la esquizofrenia es una enfermedad que usualmente está distribuida en la sociedad no equitativamente.  Este desorden mental es más prevalente en grupos socioeconómicos más bajos. También se dice que los hombres tienen un riesgo mayor de padecer de esta condición en comparación a las mujeres.  Esto dicho, se ha encontrado que la razón en la distribución de esta condición entre los hombres y las mujeres es de 1.4 a 1 (1.4:1).  En general, la prevalencia de toda la vida para esquizofrenia está en el rango entre 0.14 a 0.46% mundialmente, aunque en países europeos este porcentaje es un poco más elevado. Por otro lado, la incidencia de esquizofrenia mundialmente va desde 7.7 hasta 43 en una población de 100,000 habitantes.  También, con respecto a la mortalidad, se dice que hay una brecha amplia entre la salud de personas con esquizofrenia y aquellos que no tienen este desorden.  La esquizofrenia está relacionada a una disminución en expectativa de vida.  Una persona que padece de esta condición tiene aproximadamente una expectativa de vida de 15 años menos que la población general y un riesgo a muerte por suicidio de un 5 a 10%.  

A pesar de que las causas para la esquizofrenia todavía siguen siendo desconocidas, estudios genéticos y epidemiológicos han revelado numerosos factores de riesgo genéticos y ambientales. Cuando nos enfocamos en el ambiente, podemos ver que hay una serie de factores ambientales como la urbanidad, migración, uso de cannabis, situaciones traumáticas en la niñez, agentes infecciosos, complicaciones obstétricas y factores psicosociales son aquellos que están asociados al riesgo de desarrollar esquizofrenia.  Según un estudio, se dice que la esquizofrenia usualmente afecta a personas que nacen a fin de invierno y principios de primavera. También, se dice que personas nacidas en áreas urbanas tienen dos veces el riesgo de desarrollar este desorden mental.  Mientras más alta sea la densidad de la población, más alto es el riesgo de obtener esquizofrenia.  Se asume que el estilo de vida urbano como el estrés, el exceso de ruido, contaminación, crimen y la disponibilidad de drogas ilegales y otros factores negativos pueden contribuir al desarrollo de esta condición.  Además, la exposición al sol puede ser un factor perjudicial que causa esquizofrenia.  Los rayos del sol proveen al humano con el 90% de la vitamina D necesaria.  En mujeres embarazadas, una falta de la vitamina puede resultar en insuficiencia en el factor de crecimiento del feto, teniendo un impacto negativo en el desarrollo del cerebro.  Ambas bajas y altas concentraciones de vitamina D neonatal están asociadas con un aumento en riesgo de esquizofrenia.  En adición, complicaciones en el embarazo y nacimiento parecen ser un factor de riesgo significativo para el desarrollo de esquizofrenia. 

También, una infección con el virus de la influenza durante el embarazo es un factor de riesgo conocido para abnormalidades del neurodesarrollo de los hijos y aumenta el riesgo de esquizofrenia.  Además, exponerse a sarampión temprano en el desarrollo prenatal puede ser un riesgo para el desarrollo de psicosis y esquizofrenia en la adultez.  

El abuso de drogas es una de las complicaciones más frecuentes de condiciones psicóticas. Estas drogas incluyen LSD, metanfetamina, cocaína, opioides, alcohol, tabaco, y cannabis. Las sustancias más abusadas es el cannabis, alcohol y tabaco.  Se dice que el uso de cannabis en adolescentes es asociado con un aumento en el riesgo de desarrollar esquizofrenia.  Por otro lado, muchos pacientes esquizofrénicos crean dependencia con el tabaco.  Los químicos del tabaco son capaces de suprimir numerosos síntomas que acompañan la esquizofrenia.  Impresionantemente y como dato curioso, la nicotina mejora la atención, el procesamiento de información y la memoria del paciente esquizofrénico.  

Otro factor de riesgo sumamente importante es el estrés.  El cuerpo humano está preparado para combatir el estrés a corto plazo, pero una vez este se extiende, podría causar daños severos a la salud mental.  Estos factores de estrés incluyen trauma en la niñez, lesiones en la cabeza, muerte de un familiar y un ambiente familiar negativo. Se reporta que individuos nacidos de madres con un nivel de estrés elevado durante el primer trimestre de su embarazo podría tener probabilidad de desarrollar esquizofrenia.  Se dice que el estrés empeora el nivel de esquizofrenia aumentando la producción de cortisol, que causa un daño en el hipocampo.  Estudios sugieren que pacientes afectados por esquizofrenia tienen una disminución del volumen de hipocampo y esto es a causa de la alta producción de cortisol.  

Por otro lado, la genética puede ser un factor de riesgo sumamente importante para determinar si una persona podría padecer de este desorden mental en el futuro.  Se ha reportado que la heritabilidad de esquizofrenia puede llegar hasta a un 80%.  Si un padre sufre de la condición, la probabilidad de que esto sea pasado hacia su descendencia es de 13%.  Si la condición está presente en ambos padres, la probabilidad de padecer de esta condición aumenta a más de 20%.  Pero otro caso, si esquizofrenia se desarrolla en un gemelo monocigotico, hay más de 50% de probabilidad de que el otro hijo gemelo padezca de la condición también. 

Por último, se conoce muy poco sobre la causa de la esquizofrenia y es por esto que el tratamiento, que en este caso sería el uso de drogas antipsicóticas, se enfoca mayormente en reducir los síntomas de la enfermedad.  En términos de farmacología, estas drogas en realidad on antagonistas de receptores de dopamina, aunque también tienen afinidad para receptores de serotonina y esto podría tener un impacto en la eficacia clínica.  En general, el propósito del tratamiento es reducir el sufrimiento del paciente y mejorar el funcionamiento cognitivo y el área social.  En muchos casos, tratamiento de por vida con drogas antipsicóticas es necesario para poder disminuir el sufrimiento de los pacientes.  El efecto que tienen estas drogas es mucho menor en síntomas negativos, que usualmente incluye el retiro social y la apatía.  Por lo general, los pacientes sufriendo por esquizofrenia aguda usualmente responden mejor a tratamientos que aquellos con síntomas de enfermedades crónicas.  El antagonismo de receptores dopaminergicos localizados en la ruta mesolimibica se cree que puede reducir los síntomas positivos de esquizofrenia.  El aspecto negativo de utilizar drogas antipsicóticas es que estas no distinguen entre receptores de dopamina de diferentes áreas del cerebro y pueden bloquear receptores de dopamina en otras áreas del sistema nervioso central.  Como resultado de este efecto, drogas antipsicóticas causan efectos motores no deseados, aumento en la secreción de prolactina, disminución de placer, y empeoran los síntomas negativos de la condición.  

En conclusión, la esquizofrenia es un problema serio que vemos en nuestra sociedad y hay que prestarle atención.  La población mundial debe saber la causa del desorden mental y tratar de evitar cualquier tipo de riesgo ambiental para no padecer de esta condición.  Con el tiempo se ha visto las innovaciones que han ocurrido para poder tratar a las personas esquizofrénicas, pero todavía hay espacio para el mejoramiento.  Actualmente, no tenemos un medicamento que evite la condición completamente, pero se han hallado formas para ayudar combatir algunos de los síntomas característicos del desorden mental.