Debo empezar resaltando que los retos antes mencionados son constantes en el campo de las enfermedades neuropsiquiátricas. Así que, el rol de la investigación es similar en el resto de las enfermedades psiquiátricas. Enfoquémonos ahora en entender cuál es el objetivo de las investigaciones que tratan de avanzar el campo del diagnóstico de la depresión. En síntesis, la mayoría de las investigaciones en el diagnóstico de la depresión se enfocan en identificar nuevos biomarcadores. Dos vertientes de investigación se establecen en esta búsqueda de biomarcadores: la primera es una a nivel molecular o neuroquímico y la segunda es una a nivel estructural y de conectoma.
En la primera vertiente, a nivel molecular y neuroquímico, existen ensayos clínicos que están explorando la habilidad de identificar desórdenes depresivos por medio de análisis de líquido cefalorraquídeo obtenido por medio de punciones lumbares. [10m] Sin embargo, este enfoque en las punciones lumbares no resulta ser apropiado porque resulta en costos sumamente elevados en cuanto al procedimiento una vez sea lanzado en la práctica médica. En sí, el enfoque de este tipo de investigaciones es analizar los neurotransmisores que están presentes en este tipo de muestra. La teoría acoge este tipo de enfoque es que se piensa que la depresión surge como un efecto de la disminución de neurotransmisores monoamínicos en el espacio del cerebro. Ahora bien, en el 2018 la revista de Psiquiatría Traslacional publicó un artículo donde se elucida un método de diagnóstico a partir de la medición de metabolitos de neurotransmisores en la sangre. ¿Qué es lo revolucionario de este nuevo tipo de diagnóstico que está en su etapa preclínica-clínica? [11m] Este nuevo tipo de diagnóstico permite hacer pruebas mucho más costo-eficientes ya que se utiliza como muestra la sangre. Los resultados de esta experimentación parecen apuntar a que este tipo de pruebas de sangre es efectiva en el diagnóstico de la depresión. Así que, no se sorprendan si en el futuro logramos tener pruebas de sangre para diagnosticar la depresión.
Por otro lado, la vertiente que estudia la anatomía y los conectomas del cerebro radica su experimentación en el advenimiento de técnicas avanzadas para visualizar la actividad del cerebro. El fMRI, o las imágenes de resonancia magnética funcionales, permiten visualizar cuán activo está el cerebro por medio de la identificación del flujo de sangre. A pesar que actualmente las aplicaciones médicas de esta técnica son raras en el diagnóstico de la depresión, mayor número de investigaciones podrían facilitar su eventual uso de costumbre en la comunidad médica. [12m] En el 2017, la revista Nature publicó un artículo donde se identifican 4 subtipos de depresión basándose en imágenes de resonancia magnética funcional. Este descubrimiento es de gran interés pues el grupo de científicos de la Escuela de Medicina Weill Cornell identificaron que 1 de estos 4 subtipos respondía mejor al tratamiento por estimulación magnética transcraneal. Este tipo de experimentos prueba la importancia de explorar esta vertiente de investigación pues sería capaz de permitir mejores tratamientos dado un mejor asesoramiento en el diagnóstico.
En general ambos enfoques, tanto a nivel neuroquímico como a nivel anatómico, son relevantes para el campo del diagnóstico de la depresión. La identificación de biomarcadores no tan sólo permite hacer mejores diagnósticos sino que también habilita a los médicos [13m] a ofrecer mejores opciones de tratamiento. Por lo tanto, la traducción de la investigación básica al ambiente clínico es sumamente esencial para mejorar el diagnóstico de la depresión. Los ejemplos antes presentados son sumamente relevantes, pero si no son traducidos a la práctica clínica, realmente no veremos el efecto y el aporte de la investigación por un buen tiempo. Es necesario traducir este tipo de investigaciones al ambiente clínico, para así mejorar el diagnóstico de la depresión.
A modo de conclusión, reiteremos los puntos más relevantes que hemos discutido en este episodio. En primer lugar, identificamos que la comunidad médica de psiquiatras carece de herramientas de diagnóstico más allá de las baterías de sintomatología; pudimos entender los síntomas de la depresión y luego vimos los retos que enfrenta la comunidad médica [14m] al diagnosticar esta condición médica. Al final pudimos reconocer la relevancia de la investigación en los avances del diagnóstico de la depresión.
Gracias por quedarse aquí hasta el final. Este episodio ha sido producido con la ayuda de la Dra. Carmen Maldonado-Vlaar quien ha ofrecido el curso de la Neurobiología de las enfermedades psiquiátricas durante el curso actual del 2020-2021. A ella le debo mi más sincero agradecimiento al igual que al grupo de tutores que ha colaborado en esta iniciativa. Gracias nuevamente a ustedes por unirse y quedarse hasta el final y también gracias al programa Neuro ID por publicar este podcast en su página. Que tengan un excelente día y nada, ya conocen un poco más sobre la sintomatología, los retos y el rol de la investigación en el diagnóstico de la depresión.