Como el Alzheimer también se caracteriza por neuronas que liberan altas cantidades de glutamato, un neurotransmisor excitatorio, se produce algo llamado excitotoxicidad, y esto es algo que se puede corregir con drogas; como Memantina que son antagonistas no competitivos de NMDA, y como es una droga antagonista no competitiva esta se va a unir a un sitio alostérico del receptor y va a causar que el receptor no tenga la misma afinidad por glutamato, haciendo que glutamato no pueda ejercer su función de excitación, y de esta manera mejorando la excitotoxicidad causada por el Alzheimer. Las drogas que hasta el momento les mencioné, son las hoy en día son utilizadas, pero se está hablando de antibióticos que alteren la microbiota del estómago, como disminuir la cantidad de Helicobacter pylori, y hasta de unas vacunas que hagan que tu cuerpo produzca anticuerpos en contra de las placas de amiloide y las proteínas de tau hiperfosoforiladas.
Ya que conocemos un poco sobre lo que es el Alzheimer y las implicaciones del mismo a nivel biológico, me gustaría introducirles una experiencia que aborda el aspecto social de lidiar con esta enfermedad. Para esto traigo de invitada a mi madre Wanda Rodríguez del Valle quien les va a contar cómo fue el proceso de atención y cuidado de mi abuelita quien padecía esta enfermedad.
Entrevista:
Carlos: Hola a todos y todas, aquí tengo Wanda Rodríguez del Valle, mi madre, para que les hable un poquito sobre la experiencia emocional, mental y física, de lo que conlleva ser un cuidador de un familiar con Alzheimer.
Wanda: Hola todos y todas, yo soy Wanda Rodríguez, la madre de Carlos, también tengo a otra por aquí que se llama Gabriela. Y pues voy a hablar sobre mi mamá que apenas en diciembre 27 acaba de morir, pero en lo que puedo ayudar en lo que vamos a hablar, voy a hablar a base de la experiencia que tuve cómo hija.
Carlos: ¿Cómo se dieron cuenta de que tenía la condición?
Wanda: Pues fijate, en el 2005, yo entiendo que 2 años antes, hubo una campaña en Puerto Rico donde aparecía en la televisión lo que era un olvido y lo que era algo que teníamos que teníamos que tener cuidado, y una de las cosas era cuando la persona repite mucho lo mismo, y por eso es que yo creo en las campañas, y era una campaña dirigida al Alzheimer. Y precisamente, mamita, mi mamá, estaba presentando ese tipo… Mi mamá empezó así, yo la llamaba muchas veces al día, pues yo soy la más pequeña y llamo mucho a mi mamá, para todo, por la mañana, a las doce, ¿qué comes? , ¿para qué esto, para qué lo otro? Y en las mañanas me decía cuando yo preguntaba cómo estaba todo, ¿llamó alguien? ¿Sabes algo? Y me decía lo que había hecho, y a las 12 me decía “nena te voy a decir lo que pasó” y me volvía a decir lo mismo, y yo sí, tú me lo dijiste y por la tarde volvía de nuevo, cómo si se le hubiese olvidado y me lo volvía a repetir como algo nuevo. Y así mismito en con otras cosas, y cuando yo le decía algo y al otro día me hablaba, me decía “ajá”, no se acordaba de lo que yo le decía, y yo me di cuenta. Y ahí fue cómo yo pude asociar, y la lleve inmediatamente, busqué un neurólogo y en ese tiempo habían muy pocos neurólogos que lo hacían, y estaba este doctor en la Domenech que se llamaba.. él mismo se autodenominaba como que era un investigador de Alzheimer, un científico, y es muy bueno, y la lleve ahí.
Carlos: ¿Cuál fue el tratamiento?
Wanda: Bueno, cuando yo fui a donde el doctor le hizo unos exámenes sobre preguntas de ahora y preguntas antiguas, gobernadores, contar hacia atrás, un montón de preguntas. Y entonces, ¿qué sucede? Ellos cogieron y le hicieron, más le hicieron unos exámenes del cerebro, y ahí entonces le recetaron una pastilla que estaba en ese momento en todo su apogeo que se llamaba Aricept, yo creo que esa campaña fue dirigida por ellos, entonces esa pastilla fue la que le recomendaron a mi mamá porque aunque no era que le curaba lo que ella estaba perdiendo, lo que ellos me decían era, que iba a detener el proceso, por eso es que se decía en ese tiempo que fueras a tiempo a diagnosticar a la persona con Alzheimer, porque después no fuera tarde, y yo fui, y yo entendí que lo había hecho a tiempo, porque mi mamá estaba totalmente funcional, y lo que tenía era esos lapsos de pérdida de memoria.
Carlos: ¿En el caso de mi abuela cómo fueron las etapas?
Wanda: En el caso de tu abuelita Carmen, las etapas pues comenzaron así. Duro cómo, yo entiendo que 20 años. El proceso es largo, fue un shock cuando me lo dijeron, aunque ya yo lo sabía, y ella empezó un deterioro, precisamente mental a olvidar, pero era una mujer muy inteligente y ella sabía cuando se olvidaba algo, y cambiaba la palabra o te decía “tú dímelo”, no dejaba como que eso la atrapara, y poco a poco, llegó después de esa etapa, le llegó la etapa de no querer bañarse. Lo voy a decir con honestidad, una mujer que se bañaba 3, 4 veces al día. Fue bien difícil porque había que llevarla y en momentos dados me daba unos soplamocos bien duros en la cara, me jalaba, para ser una mujer bien pasiva. Se ponía en ese momento agresiva , se bañaba y luego estaba tranquila, y me abrazaba, y me besaba. Por eso es que yo les digo que la etapa esa física es fuerte, también hablaba malo, se puso media mal hablá, le cambió eso un poco la forma de ser. Poco a poco siguió perdiendo más y más la memoria, dejó de escribir, dejó de cocinar, luego entonces tuvo una pequeña caída, se le olvidó caminar, pues la sentabamos, la teníamos que cambiar, ya no entendía, ya no contestaba lo que uno le pedía, ya solamente cantaba cosas de niños, fue poco a poco perdiendo el habla. Yo creo que a los 15 años ya ella perdió saber quién éramos todos nosotros. El último que ella todavía reconocía fue a mi papá, pero ya tres años a cuatro años antes de su muerte también lo había perdido, pero fue así perdiendo la memoria. Fueron unas etapas así de no recordar, agresiva, a llorar, a cambiar un poco su forma de ser, hasta que se olvidó de caminar, se olvidó de hablar y hasta lo último comía, pero no podía manejar sus manos.
Carlos: ¿Y cómo fue el cuidado?
Wanda: El cuidado, aquí yo le digo a todas las personas que se necesita mucha ayuda, pero mucha ayuda, yo te agradezco a tí, a mi hija, a mi esposo Charlie, y cuando la tuvimos, porque mi mamá estuvo con todos nosotros todo el tiempo. El cuidado requiere 24/7, cerrar puertas, no tener cosas peligrosas, los procesos se dan cuando empiezan, para que no se caiga, no se ahogue, bañarlos, es físicamente fuerte. Mentalmente pues te agotas, porque te duele mucho verlos en esa condición. Es muchas personas, ayudarse, para que ese proceso se de la forma más natural, más sabia, y más bondadosa, que esté toda toda la familia. En el caso de nosotros, pues tú sabes que somos 5 hermanos, aunque uno estaba en Estados Unidos, y una estaba trabajando full. Pues habían unos días que podía estar mi hermano y los demás, pero con la pandemia yo me quedo el año entero con abuela, para que nadie entrara, y fue un trabajo 24/7. Pero los tuve a ustedes, por eso es que es importante que la familia entre, que no es un cuidador, si yo estoy al mando. Pero yo me acostaba, Gabriela estaba y le daba la comida, Charlie se la llevaba un rato, y el cuidado mío, yo se lo digo a todos ustedes, yo montaba a mi mama en mi carro, y me la llevaba a pasear. No hay que tener vergüenza por tener un familiar con Alzheimer.