Podcast 35

Title: Binge-Eating Disorder (BED): “¿Una condición que pasa desapercibida?”

By Jesús Padilla


Jesús M. Padilla Escalona

University of Puerto Rico, Rio Piedras Campus
Faculty: Natural Science
Baccalaureate: Interdisciplinary Studies
Year: 3th


Transcript (in spanish)

Muy buenas, un saludo. Mi nombre es Jesus Padilla y les quiero dar la Bienvenida a todos y todas ustedes oyentes, a este breve podcast en el que les estaré hablando acerca de una condición asociada a la alimentación. Sin embargo, antes de comenzar a hablar específicamente acerca de dicha condición, me gustaría definir exactamente que son los desordenes alimenticios. Y es que cuando hablamos de desórdenes alimenticios, nos referimos a desordenes psiquiátricos realmente serios; Los mismos, están caracterizados por una conducta y por comportamientos de alimentación anormales e incontrolables, es decir, las personas que padecen dichos desordenes tienden a comer mucho menos o mucho mas de lo necesario, afectando así su capacidad corporal de obtener los suplementos alimenticios idóneos, lo cual puede desencadenar una serie de problemas de salud como lo son enfermedades cardiacas, entre otras. Antes de iniciar como tal, también me gustaría hacer un pequeño énfasis acerca de la condición de la cual estaré hablando el día de hoy debido a que es una condición sumamente marginalizada pues suele ser ignorada o simplemente su existencia es un desconocimiento para gran parte de la población. Las personas que padecen este tipo de desorden, están condicionadas a diferentes variables, no es un comportamiento que para ser controlado depende únicamente de la fuerza de voluntad así que es necesario evaluar las situaciones con la suficiente madurez de no discriminar a los demás y ayudarlos a afrontar esta difícil situación además de colaborar en la divulgación de la información para que juntos podamos solventar este problema.

Ahora bien, partiendo de esta premisa, procederé a definir el Binge-Eating Disorder, también conocido como trastorno por atracón. Esta condición, se caracteriza por padecer de episodios frecuentes, en los cuales el individuo recurre a ingerir alimentos en cantidades desproporcionales usualmente de una manera muy rápida hasta el punto de llegar sentir incomodidad. De hecho, el individuo también experimentaría una sensación de pérdida de control acompañada de un sentimiento vergüenza, de culpa y hasta de angustia. Este desorden fue descrito en primera instancia en el año 1959 por Albert Stunkard, lo definió como una forma de alimentación anormal entre pacientes obesos. En un artículo titulado “Patrones de alimentación y obesidad”, describió a una paciente femenina que padecía dicha condición de la siguiente manera: “Ella usualmente comenzaba a sentir el deseo de comer tras el comienzo de la noche y entonces comia una gran cena. Tras estar saciada solo temporalmente, regresaba prontamente a la cocina y consumía cantidades cada vez mayores de comida en intervalos tiempo progresivamente más cortos. Durante estas horas, tanto la soledad como la ansiedad la asaltaban. Ella rara vez se dormía antes de la medianoche y, por lo general, se despertaba dentro de una hora ansiosa y hambrienta. Luego, se comería medio litro de helado y se bebería una botella de soda”. Sin embargo, no fue hasta el año 2013 que el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, el DSM-5, lo calificó como un desorden psiquiátrico.

Los criterios diagnósticos para el Binge Eating Disorder son los siguientes:

  1. En primer lugar, está el padecer de episodios recurrentes de “Binge eating”. Esto quiere decir, alimentarse en un periodo de tiempo de aproximadamente 2 horas, con una cantidad de alimentos que es superior a la cantidad de alimentos que la mayoría de las personas comería en un periodo de tiempo similar bajo circunstancias similares. De igual manera, dentro de dicho episodio se debe manifestar una sensación de falta de control sobre la acción de alimentarse. Ejemplo: la sensación de no poder dejar de comer.
  1. Por otra parte, los episodios de “Binge Eating” deben estar asociados con tres o mas de las siguientes conductas u sensaciones:
    • Comer más rápidamente de lo normal.
    • Comer hasta sentirse incómodamente lleno.
    • Comer grandes cantidades de comida; Aun cuando no hay presente una sensación física de hambre.
    • Comer aislado a causa de sentirse avergonzado debido a la cantidad de alimentos que se está ingiriendo.
    • Sentirse disgustado consigo mismo, deprimido o inclusive culpable luego de comer mucho.
  1. Por otra parte, el “Binge Eating” debe ocurrir en promedio, al menos una vez a la semana durante 3 meses.
  1. Y, por último, el “Binge Eating” no debe estar asociado con el uso recurrente de comportamientos compensatorios como el vómito autoinducido , como ocurre en el caso de la bulimia.

Dicho esto, es sumamente importante establecer que el Binge Eating Disorder es el desorden alimenticio más común en el mundo; Es Inclusive tres veces más común que la anorexia y la bulimia en conjunto. Por lo tanto, es un problema de salud pública a nivel global. De hecho, información reciente de un estudio de la organización mundial de la salud encontró que en adultos provenientes de 14 países de 4 continentes diferentes existe una prevalencia de por vida para esta condición de 1.4%. Por otra parte, se estima que ocurre en aproximadamente 1.3% de adolescentes en los Estados Unidos de América y su prevalencia tiende a incrementar según trascurre el tiempo tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, un estudio estableció que 3.5% de las personas que lo padecen son mujeres mientras que un 2.0% son hombres. Por otra parte, el Binge Eating Disorder puede coocurrir con una gran variedad de desordenes psiquiátricos, siendo los más comunes los desórdenes relacionados a la ansiedad con un 37.1% y al estado de ánimo con un 54.2%. Estudios previos sugieren que aproximadamente 4 de cada 5 adultos que padecen dicha condición con una prevalencia de por vida, tienen al menos un trastorno psiquiátrico comórbido mientras que 1 de cada 2 padecen 3 o más trastornos psiquiátricos comórbidos. De igual manera, estudios han encontrado que dentro de las comórbidades más comunes se encuentra la obesidad lo cual tiende a incrementar el riesgo de desarrollar ciertos componentes de síndromes metabólicos como diabetes e hipertensión.