Transcript (in spanish)

Buenos días, mi nombre es Paola Santiago y hoy estaré hablando un poco sobre el trastorno de  tricotilomanía. Escogí este desorden porque existen un sin número de desórdenes mentales que, aunque son comunes, no tienden a ser conocidos. Por esta razón, es importante educar y crear  consciencia sobre estos desordenes como lo es la tricotilomanía. 

Primero: ¿Qué es la tricotilomanía? El nombre del desorden suena raro, pero básicamente es un  desorden psiquiátrico que se caracteriza por impulsos incontrolables de arrancarse el pelo  resultando en su perdida considerable. Se puede arrancar de cualquier parte del cuerpo, pero las  áreas mas comunes son la cabeza, las pestañas y las cejas. 

La tricotilomanía fue incluida en el DMS en el 1987 bajo la categoría de OCD. Actualmente  existe mucha controversia alrededor de si se considera como un desorden de OCD o no. Muchos  expertos difieren si es cae bajo OCD o es un body-focused repetitive disorder.  

Estas son algunas de las preguntas que se pueden estar haciendo ahora: ¿esto no les duele a las  personas, arrancarse el pelo? Pues los pacientes dicen que no duele, lo que les brinda es un  sentimiento de alivio. Otra pregunta es que, si se dan cuenta de que se están arrancándose el pelo,  ¿por que no paran y ya? Esto, como es una condición de OCD no se soluciona así de rápido. La obsesión por arrancarse el pelo no para si la compulsión no se lleva a cabo. Algunas personas se  dan cuanta de que se están halando el pelo, pero no pueden parar y otras personas lo hacen de  forma inconsciente hasta incluso cuando duermen. Es importante aclarar que la tricotilomanía,  además de consistir en arrancarse el pelo, también conlleva un tipo de ritual con el pelo. Hay  pacientes que se lo comen, que se los coleccionan y que se lo pasan por los dedos  repetitivamente para sentir la textura.  

Los criterios de diagnósticos son los siguientes: El primero es: arrancarse el pelo de forma  recurrente, lo que da lugar a su perdida. Muchos pacientes tienen parchos grandes sin pelo en la  cabeza o no tienen pestanas ni cejas. El segundo criterio es: Intentos repetidos de disminuir o  dejar de arrancarse el pelo. El tercero es: Arrancarse el pelo causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. Como  se puede notar visualmente que la persona no tiene pelo, usualmente esta evita los escenarios  sociales para que no le vean el pelo. El cuarto criterio es que el hecho de arrancarse el pelo o la  perdida de este no se puede atribuir a otra afección médica. Por último, el quinto es que el hecho  de arrancarse el pelo no se explicaría mejor por los síntomas de otro trastorno mental. 

Existen bien pocos estudios estadísticos acerca la tricotilomanía. Los estudios que hay son  mayormente sobre la población universitaria. La prevalencia estimada es de 0.5 a 2.0%. El 3.5%  de la población y el 2.1% de estadounidenses sufren de este desorden. Tambien hay que tomar en  consideración que estas estadísticas no necesariamente representan los números reales porque es  un desorden que está acompañado de vergüenza. También tiende a ser visto como un “mal habito” o como dicen por ahí “malas mañas” que la gente piensa que se puede corregir si la persona desea. En realidad, la persona no tiene control de cuando se hala el pelo. Es una  condición psiquiátrica que como cualquier otra requiere de tratamientos.