Podcast 13

Title: “La bipolaridad, su historia y tratamiento más eficaz”

By Noraliz Rivera


Noraliz Rivera

University of Puerto Rico, Rio Piedras Campus
Faculty: Natural Science
Baccalaureate: Molecular Cell Biology
Year: 5th


Transcript (in spanish)

El trastorno bipolar es una enfermedad mental severa, donde sus pacientes experimentan cambios de animo marcados o extremos durante toda su vida. En la mayoria de los casos, suele empezar a finales de la adolescencia o inicio de la edad adulta, pero los ninos y envejecientes tambien pueden sufrirlo. No tiene una causa exacta, pero las investigaciones sugieren que es una combinacion de factores geneticos, antecedentes familiares y la estructura y funcionamiento del cerebro. Existen diversos tratamientos para tratar sus sintomas, entre ellos la utilizacion de estabilizadores de animo, antidepresivos y antipsicóticos. Para encontrar la dosis y el medicamento correcto para cada persona, literalmente se tantea hasta ver cuál causa mejoría. Además de la farmacoterapia, se utiliza la psicoterapia. Aunque el trastorno no tiene cura, la combinación de ambas ayuda a lidiar con los síntomas. Tomando en cuenta lo mencionado anteriormente, se busca explicar más en detalle el tratamiento más utilizado y avances encontrados sobre el trastorno bipolar.

Para hablar un poco de lo que es la historia, primero definimos el trastorno bipolar como uno donde la persona muestran cambios de estado de ánimo marcado o severo. El trastorno bipolar abarca dos estados, el anímico siendo en dónde se posee más energía y el melancólico, siendo el más deprimido. Los dos extremos del estado anímico mencionados anteriormente, tanto melancolía como manía, han sido documentados históricamente. Sin embargo, fue descrito por primera vez por Hippocrates. Su trabajo consistía en estudiar las exploraciones anatómicas contemporáneas de Pitágoras, entre otros. Además, también se basó en sus propias observaciones clínicas de las extremas expresiones de estados anímicos. Se identificaron cuatro temperamentos: el colérico, el sanguíneo, el melancólico y el flemático. Cada uno de ellos, originado en base al predominio de uno de los cuatro humores: bilis amarilla, sangre, bilis negra y flema. La melancolía proviniendo de la bilis negra, fue descrita como el estado patológico de tristeza

severa, mientras que manía, era resultado de un exceso de la bilis amarilla. A pesar de esto, el origen del término manía, sigue siendo confuso. Por otra parte, Areteo de Capadocia, se enfocó en resaltar el origen biológico de la melancolía, la cual era diferente la reacción psicológica de la depresión reactiva. Señalaba que las expresiones de manía y melancolía no eran rasgos estrictamente pertenecientes a la personalidad y tampoco reacciones específicas ante cierto tipos de situaciones, sino un cambio de impulso biológico. Capadocia, fue el primero en vincular los dos estados anímicos y señaló el concepto de espectro. Estableció que la melancolía y la manía poseían el mismo origen, que eran el resultado de disfunciones encefálicas. Específicamente que la manía es un estado aún más perjudicial que la melancolía y que la manía es la parte contraria de la melancolía.

Durante mediados del siglo XIX, los conceptos que definían ambas condiciones, tanto manía como melancolía, fueron reexaminados hasta denominarse desorden bipolar. De hecho, desde la antigüedad hasta el siglo XIX, la manía y la melancolía se consideraban como dos desórdenes completamente diferentes, que abarcaban una gran variedad de síndromes de índole psiquiátrica. Jean-Pierre Falret, creó el primer concepto de un desorden psiquiátrico nuevo y separado. Dicho concepto abarca tanto la manía como la depresión y postuló la descripción de esta condición en 1851, a la que dio por nombre “Folie Circulaire”. Básicamente se definió como un trastorno de índole mental caracterizado por un ciclo constante de depresión y manía con intervalos de duración libres entre ambos estados anímicos. Un neurólogo y psiquiatra contemporáneo llamado Jules Baillarger, postuló algo denominado “folie à double forme”, en donde la manifestación de manía y melancolía cambian sin un requisito de tiempo entre ambas etapas. Esto fue en contraste a la descripción de Falret en donde era necesario que hubiese una largo intervalo de tiempo entre ambos estados anímicos para aun poder recibir el diagnóstico.

Debido a estas hipótesis, el concepto de una enfermedad de carácter cíclico fue establecido y aceptado antes de finales del siglo.

Finalmente Emil Kraepelin buscó caracterizar todas las disfunciones del estado de ánimo para así unificar a la manía, la depresión y todos los demás estados psicóticos en lo que él denominó como “dementia praecox” y “manic-drepressive insanity”, y que se conoce hoy en día como esquizofrenia y desorden bipolar respectivamente. Su trabajo estuvo claramente limitado a causa de la disponibilidad de herramientas investigativas para aquella época, lo que evitó que desarrollara aún más sus hipótesis acerca de la naturaleza orgánica de estas condiciones psiquiátricas. Sin embargo, sus trabajos incluyen descripciones clínicas que permiten una reconstrucción precisa de los perfiles psicopatológicos de ambas entidades. Entonces, es justo establecer que la locura maníaco depresiva representa un grupo más amplio en cuanto a síntomas que el trastorno bipolar actual. Por tanto, la dicotomía Kraepeliana de la Psicosis ocupó todas las posibles alteraciones del estado anímico. Kraepelin, sobre todo describió el espectro completo de disfunción del estado de ánimo respecto a la locura maníaco depresiva, aseguro que podría existir una manifestación a través de episodios únicos de manía o depresión. Según su concepto, todas las posibles expresiones de los estados de ánimo existían en un mismo espectro categórico. Todo esto se fue incorporando en lo que se conoce como DSM.

El DSM es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría y contiene descripciones, síntomas y otros criterios para diagnosticar trastornos mentales. En 1952, se publicó el primer volumen, donde se clasificó la depresión maniática como un desorden psicótico caracterizado por un grado variable de integración de la personalidad y una falla en cuanto a probar y evaluar acertadamente la realidad externa en varias esferas. Se detallan cambios de humor severos y una tendencia a su remisión y reaparición.