Podcast 31

Title: “La esquizofrenia y el deterioro del comportamiento social”

By Ana Torres


Ana P. Torres Cumba

University of Puerto Rico, Rio Piedras Campus
Faculty: Natural Science
Baccalaureate: Molecular Cell Biology
Year: 4th


Transcript (in spanish)

Buenos días, buenas tardes, y buenas noches a todes. Mi nombre es Ana Paula Torres y en el día de hoy vamos a estar hablando sobre la esquizofrenia. Específicamente vamos a discutir la historia, manifestación, y tratamientos relacionados a este desorden psiquiátrico, con un enfoque en cómo se ve afectado el comportamiento social en pacientes esquizofrénicos y las maneras en que este síntoma se puede estudiar y tratar.

La primera pregunta que podemos empezar a contestar es, ¿qué es la esquizofrenia? La esquizofrenia es un desorden psiquiátrico crónico, complejo, y heterogéneo que se caracteriza por una variedad de síntomas, que incluyen delirios, alucinaciones, habla o comportamiento desorganizado y capacidad cognitiva deteriorada. Debido a su aparición temprana de la enfermedad, junto con su curso crónico, esto convierte a la esquizofrenia en una condición discapacitante, no solo para los pacientes, pero para sus familiares también. La discapacidad a menudo es el resultado tanto de síntomas negativos, caracterizados por pérdida o déficit, como de síntomas cognitivos, como deficiencias en la atención, en el comportamiento social, en la memoria funcional o en la función ejecutiva. La esquizofrenia también se compone de síntomas positivos, los más reconocidos de esta condición, como sospecha, delirios y alucinaciones. 

La prevalencia de la esquizofrenia se dice que es 1% en la población de los Estados Unidos y parece ser igual en hombres y mujeres, aunque la aparición de los síntomas se produce a una edad más temprana en hombres que en mujeres. A pesar de más de un siglo de investigación, la causa precisa de la esquizofrenia sigue eludiendo a los investigadores. Sin embargo, está ampliamente aceptado que los diversos fenotipos de la enfermedad surgen de múltiples factores, incluida la susceptibilidad genética y las influencias ambientales. Adicionalmente, las anomalías en la neurotransmisión han proporcionado la base para las teorías sobre la fisiopatología de la esquizofrenia, las cuales vamos a discutir más adelante. 

La esquizofrenia es el trastorno psicótico funcional más común y los individuos con el trastorno pueden presentar una variedad de manifestaciones. Estas usualmente se observan en la alteración de los pensamientos y afecto del paciente, comúnmente interfiriendo con la capacidad del paciente para participar en eventos sociales y cultivar relaciones significativas. Como mencionado anteriormente, la esquizofrenia exhibe síntomas positivos y negativos. Los síntomas positivos, como los delirios, alucinaciones y comportamiento motor anormal pueden resultar en aislamiento social por parte del paciente una vez estos síntomas se vuelven evidentes. Los síntomas negativos son más difíciles de diagnosticar y se trata de aquellos síntomas alteran las emociones y el comportamiento del paciente. Los más comunes son la disminución de la expresión emocional y la avolición, alogia y anhedonia. Los pacientes con síntomas de esquizofrenia también pueden experimentar comorbilidad con otras condiciones psiquiátricas, más comúnmente el abuso de sustancias, ansiedad, la depresión, el desorden de pánico, y el desorden obsesivo compulsivo. Esta comorbilidad puede fácilmente exacerbar los síntomas principales de la esquizofrenia e incluso pueden últimamente llevar al paciente a desarrollar una disfunción social y ocupacional. Esto puede causar que las personas con esquizofrenia no obtengan una educación completa, no puedan mantener un trabajo y desarrollen pocas relaciones sociales, que como todos debemos saber son importantes para una buena calidad de vida. 

Como pueden ver, la esquizofrenia es una condición sumamente debilitante, que puede dejar al paciente en una posición tan vulnerable donde su funcionamiento social y profesional, al igual que sus relaciones con otros o con ellos mismos disminuye significativamente e incluso puede llegar a discapacitarlos. Por ende, es importante recalcar la investigación científica y social de esta condición, para identificar vías de tratamiento para ayudar a los pacientes a lidiar con sus síntomas de esquizofrenia y mejorar su calidad de vida. 

Entrando a la fisiopatología de la condición, conocimiento actual de la esquizofrenia está constituido por la hipótesis dopaminérgica que denota alteraciones de la neurotransmisión de dopamina en el sistema mesolímbico, ruta que conecta el mecenfalo con el sistema límbico por medio del núcleo acuminado, la amígdala, el hipocampo, y la corteza prefrontal. Alteraciones en esta vía se creen responsable de síntomas positivos y alteraciones en la vía mesocortical, que conecta al área ventral tegmental con la corteza cerebral, se cree que anda causando síntomas negativos. Esta hipótesis es complementada por la hipótesis glutamatérgica que considera cambios en la conectividad neuronal prefrontal, normalmente responsable por la neurotransmisión glutamatérgica en los receptores NMDA. 

Con relación a la hipótesis dopaminérgica, estas alteraciones de neurotransmisión se proponen que son causadas por un aumento de dopamina en el sistema. El avance de nuevos antipsicóticos estuvo de acuerdo con la hipótesis, ya que se observó que los síntomas positivos de la enfermedad pueden atenuarse con antagonistas del receptor de dopamina D2. Sin embargo, algunos hallazgos contradicen esta hipótesis, incluyendo el desarrollo de tratamientos exitosos que no intervienen con la neurotransmisión de dopamina, al igual que estudios donde se muestra niveles normales de dopamina en el sistema de pacientes diagnosticados con esquizofrenia. 

Con relación a las vías glutamatérgicas, aquellas que se unen a la corteza, el sistema límbico y las regiones del tálamo son importantes en la esquizofrenia y alteraciones en su neurotransmisión pueden influir en la plasticidad sináptica y en los microcircuitos corticales, especialmente en el funcionamiento del receptor NMDA. Los receptores NMDA pertenecen a canales iónicos activados por ligando y son importantes para la neurotransmisión excitadora. Antagonistas del receptor de NMDA, pueden simular la psicosis con síntomas similares a los de la esquizofrenia y se ha reportado que sustancias que aumentan la señalización del receptor de NMDA atenúan algunos síntomas en pacientes con esquizofrenia. Adicionalmente, estudios post mortem han encontraron algunas alteraciones en la densidad del receptor glutamatérgico y la composición de subunidades en la corteza prefrontal, el tálamo y el lóbulo temporal, las cuales son regiones del cerebro que demuestran una activación distorsionada en estudios donde pacientes con esquizofrenia realizan acciones cognitivas. 

Estas no son las únicas dos hipótesis sugeridas. También está la hipótesis serotonergica, la cual se deriva de los informes sobre el mecanismo de acción del alucinógeno LSD, que causa efectos psicóticos similares a aquellos visto en la esquizofrenia, y su vinculación con la serotonina. Se sugirió que la sobrecarga de serotonina del núcleo rafe dorsal (DRN) resultante del estrés puede alterar la actividad de las neuronas corticales en la esquizofrenia, resultando en un fenotipo. Otra hipótesis sugerida es la GABAnergica. El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es el principal neurotransmisor inhibidor y las interneuronas GABAérgicas son cruciales para la supresión del sistema nervioso central, clave para la sincronización y las oscilaciones de las neuronas que son vitales para la percepción, la memoria de aprendizaje y la cognición. Alteraciones en la neurotransmisión de GABA provocan un desequilibrio entre la excitación y la inhibición en la corteza cerebral, que es uno de los factores clave en el patomecanismo de la esquizofrenia. Estudios post-mortem apoyan esta hipótesis.